viernes, 16 de octubre de 2015

I RUTA DE TAPAS EN PUENTE DE VALLECAS

Cada vez más barrios y ciudades se apuntan a la llamada Ruta o Feria de la tapa, llamadas así por que puedes ir de bar en bar, que eso aquí se lleva mucho, probando las mejores elaboraciones de cada uno. 

Hace algún tiempo, os contamos nuestras impresiones sobre la realizada en El Escorial (y San Lorenzo). Pero el pasado fin de semana, decidimos irnos un poquito más al sur hasta llegar a uno de nuestros barrios preferidos, uno de los más auténticos de todo Madrid, y este es Vallekas (con K).

Es la primera vez que el distrito puente de Vallekas se presenta a la Ruta de la Tapa. 51 establecimientos en total ofrecen un combo de tapa + botellín de Amstel (marca patrocinadora) por solo 2 €, o 2,50 € si es con refresco. Con el mapita o rutero en mano (que podéis conseguir en los propios bares o en este enlace), callejeamos por los adentros de Vallekas, buscando los mejores sitios. Por falta de tiempo, solo pudimos visitar siete bares o restaurantes, pero nos quedamos con muchas ganas de probar el resto. Os contamos aquí en que consistía cada plato y nuestras impresiones sobre ellos.

"Flamenquín medieval con chupito de salmorejo" Los castillos

Una tapa cuyos ingredientes principales nos acercan a la gastronomía cordobesa. El flamenquín tiene su origen en la época medieval, según dicen, fue cocinado por primera vez en la localidad de Bujalance (Córdoba). Es una rollito de pan rallado y huevo que puede ir relleno de jamón, o lomo, en este caso también llevaba cerdo. Parecido al San jacobo y suele gustar a casi todo el mundo. El salmorejo, también cordobés, era casero y se notaba. El toque final lo daban las tiras de jamón serrano que cubrían los chupitos.


"Flamenquín medieval con chupito de salmorejo" Los castillos


"Tosta de salmorejo con anchoas y aguacate" Bar Eutiquio

Otra tapa con salmorejo y también casero, la diferencia es que para elaborar este habían utilizado aguacate (aparte del de la rodaja que acompañaba la tosta). Ese sabor característico y suave del aguacate contrasta con el sabor  salado e intenso de la anchoa.Son dos elementos que funcionan muy bien juntos.  La tapa estaba cubierta por un poco de aceituna negra picada, que le daba un toque muy interesante al conjunto, al igual que las rodajas de la cebolla roja, ingrediente que también le iba  bien a la tosta.

"Tosta de salmorejo con anchoas y aguacate" Bar Eutiquio

"Pulpo a la gallega" Bar Córdoba

El pulpo a la gallega no es un aperitivo demasiado arriesgado, pero si, como en este caso, la calidad del producto es buena, el resultado nunca defrauda. Las rodajas de pulpo eran bastante gorditas y la cocción muy correcta. El origen de este plato se puede encontrar en el "pulpo a feria", en Galicia, donde el pulpo solía servirse en las ferias y fiestas de las poblaciones. Hay quien dice, sin embargo, que en realidad, la receta inicial viene de León. Iba acompañado de "cachelos" o las tradicionales patatas cocidas con abundante toque de pimentón y sal gorda


"Pulpo a la gallega" Bar Córdoba

"Solomillo al whisky con mermelada de cerveza" Las Cervecitas

La combinación “solomillo,cebolla caramelizada y queso brie” ya lleva años aburriendo un poco... así que se agradece la originalidad de esta tapa, que aunque usaba el solomillo, lo hacía acompañándolo de otro tipo de salsas, con whisky y cerveza. Ese toque dulce de la mermelada producía un sorprendente contraste al exprimir encima un poco de zumo de lima, procedente de la rodajita que acompañaba el plato. Las Cervecitas es un local regentado solo por mujeres, Isa y Ana, como nos explicaron. También nos enseñaron  el saloncito del bar, perfecto para tomarte unas copillas después de la cena,

"Solomillo al whisky con mermelada de cerveza", Las cervecitas
"3 apellidos vascos" Mesón Miguel Angel

Original el nombre de esta tapa, que consistía en unos chipirones encebollados en su tinta, acompañados con unas rodajas de pan. Un aperitivo bastante contundente y de intenso sabor. Al igual que pasaba con la tapa del pulpo a la gallega que antes comentamos, aquí se notaba que el producto también era de buena calidad. 

"3 apellidos vascos", Mesón Miguel Ángel

"Patatas machaconas" Bar La Rica Tapa

Patatas machaconas, revolconas, o también conocidas como "patatas meneás). No importa el nombre, pero son uno de los productos estrella de nuestra gastronomía, especialmente, de la cocina de Castilla León, destacando las de Ávila o Salamanca. Con sus torreznos, un toque muy leve de pimentón e incluso dos alcaparras decorando sobre el plato.De nuevo nos encontramos con que no es una tapa muy arriesgada; pero las patatas machaconas son una muestra de que un plato de origen humilde puede ser una auténtica delicia si se cocina bien, como en este caso.
"Patatas machaconas", La Rica Tapa


"Pluma Ibérica" Restaurante Asador La Granaína

Otra vuelta de tuerca a la típica tapa de solomillo o carne con cebolla caramelizada de la que antes hablábamos. En este caso, iba acompañada de unos pimientos del padrón, una salsa dulce de algún fruto rojo y también, de un toque de sirope: el secreto del plato. No nos podían descubrir cuál era este ingrediente secreto, pero creemos que lo averiguamos tras acabar con el plato, del que no dejamos ni una miga. Buen sabor, buena presentación y proporciones bastante generosas.

"Pluma ibérica", Restaurante asador la Granaína 

Estas son las tapas que tuvimos la oportunidad de probar, pero como siempre, os animamos a que si habéis ido a hacer esta ruta, nos mandéis también las vuestras, y las añadiremos al blog.

Todavía estáis a tiempo, hasta este domingo día 18 de octubre, a participar en esta ruta de la tapa vallekana. Desde La Brújula Mochilera, os lo recomendamos. Por muchas razones:

- Calidad y más calidad. Todas las raciones que pudimos probar llevaban un buen producto y estaban bien realizadas y cocinadas. En Vallekas, existen muchos bares, por ejemplo, con conservas frescas del norte, era el caso del Bar Eutiquio y del Bar Córdoba. Esto es lo más importante, a veces no es tanto la presentación o la innovación en las tapas, como que el resultado sea realmente bueno. Por lo que pudimos probar además, casi todo era casero, nada de salmorejos de bote y ese tipo de cosas. 

- Relación cantidad-calidad-precio: A diferencia de otros lugares y municipios donde era más caro, o la bebida no iba incluida, en Vallekas compensaba. Por dos euros puedes tomarte tu tapa y tu botellín, todo depende del hambre que uno tenga, pero al menos yo con tres o cuatro tapas, ya estaba casi llena. Y como decimos, en otros lugares, donde la tapa te cuesta dos euros más otros dos de la bebida... echemos calculos. 

Amabilidad y cercanía de todos el personal de los establecimientos: Para nosotras, sin duda, esto es lo más importantes. En todos los bares que visitamos, nos trataron de maravilla, explicándonos en qué consistía cada tapa, preguntándonos nuestra impresión e incluso dándonos facilidades para tomar la foto. Realmente, es un gustazo ir de tapas por Vallekas. A diferencia de otros lugares más turísticos (ejem ejem) donde no sólo no te explican nada sobre el plato, sino donde además, si no eres "guiri" y no te vas a dejar mucho dinero, el trato deja bastante que desear. Con excepciones, por supuesto.

Y es que, esto se explica por la autenticidad del barrio de Vallekas. Un barrio humilde, obrero, con corazón, sin pretensiones, donde puedes encontrar ese ambiente de calle que se echa de menos cada vez en más distritos madrileños. No solo recomendamos visitarlo por la ruta de las tapas, sino por otras muchas más razones. Es perfecto para ir a cenar y que no te saquen los ojos, también es ideal para salir por la noche a tomar algo, para escuchar todo el rock que echamos en falta también en muchas zonas de la capital... Sus comercios, como los de antes (muy recomendable la Aguja del Metal) Su radio, Radio Vallekas, una emisora comunitaria de las más antiguas del país. Y por supuesto, para visitar sus enormes parques, con sus espectaculares vistas, sobre todo al atardecer... Así es Vallekas. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario